sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 05

Rafa copio el numero y enseguida marco pero lamentablemente no contestaban, siguió insistiendo hasta que por fin, la voz de un hombre le contesto, hablaron un rato y quedaron en que el hombre iría después de quince días para la Mal Querida. Justo cuando finalizo la llamada, llegaban Viviana y la pequeña Vivi

VIVIANITA: ¡¡Papito dindo!! (Corre a abrazarlo)
RAFA: ¡Hola, hermosa! ¿Cómo les fue?
VIVI: Nos fue de maravilla, ¿verdad que si mi amor?
VIVIANITA: Si, mi mami me tompo una padeta de fesha
RAFA: ¿Y estaba rica? Porque si no estaba rica compramos otra que te guste mas
VIVIANITA: No, estaba odible
VIVI: ¡Ay que mentirosa! En el súper me dijiste que te había encantado
RAFA: ¿Ah si? Bueno, no importa, mas tarde compramos otra paleta, ¿si?
VIVIANITA: ¡¡¡¡SIIIIIIII!!!!!

En el D.F, Luis del Olmo acomodaba sus cosas, dentro de quince días tendría que ir al rancho la Mal Querida, sabía perfectamente que Camila era la dueña de ese lugar. De repente, su madre, doña Juana, entro a su habitación y al verlo tan concentrado, se le hizo extraño

JUANA: ¿En qué piensas?
LUIS: En cosas que no te incumben
JUANA: ¿Qué cosas Luis?
LUIS: Cosas en las que no te debes de meter, es mi vida y tu ya no tienes control sobre ella
JUANA: No me estés gritando Luis, sabes que estoy sufriendo del corazón
LUIS: Tus chantajes ya no funcionan, tu control sobre mi se acabo, sabes que destruiste mi vida desde el momento en el que le dijeron a Camila que yo estaba muerto cuando el mismo medico me pudo volver a la vida…

‘‘ Cinco años atrás, justo en el momento en que a Camila la habían sacado de la habitación para llevarla a la de ella y darle un calmante, los médicos se dieron cuenta que había ocurrido un milagro, de repente Luis había vuelto, fue algo muy simultaneo, al avisarle a los padres, ellos decidieron seguir con el cuento de Luis realmente estaba muerto para así por fin alejarlo de Camila, ni doña Juana ni don Luis, durante seis años aceptaron la relación, así que esa fue la excusa perfecta

El día del velorio de Luis, después de sacar a Camila a gritos y reclamándole que fue por culpa de ella que Luis había muerto, toda la gente decidió irse y darles un espacio a los padres. En ese momento, aprovecharon de que todos se habían ido y fueron a la clínica para ver a su hijo, el doctor permitió el acceso a los padres a la habitación de Luis, primero entro doña Juana y al ver a su hijo despierto se puso a llorar

LUIS: (hablando muy suave y entrecortado) ¿Por qué lloras?
JUANA: Es que es un milagro el que estés vivo, hijo
LUIS: ¿Dónde está Camila? ¿Dónde está mi princesa?
JUANA: (inventando una excusa) Tu amada Camila, después de enterarse de que estabas vivo me insulto y me dijo que te dijera que no te quería volver a ver más nunca en su vida
LUIS: (llorando) No te creo… Camila no es asi y yo se que ella me ama

Ese mismo día, doña Juana contacto a un detective para que espiara a Camila. Días después, la madre de Luis, hizo que un detective siguiera a Camila y le consiguiera las pruebas necesarias para demostrarle a su hijo que ella no la amaba. Así fue, el detective, le tomo fotos a Camila justo en el momento en que se estaba subiendo a la camioneta de su tío para ir a Aculco. Luis quedo echo trisa, no creía lo que veía pero según se mostraba era una realidad’’

LUIS: Aun recuerdo tus frías palabras diciéndome que Camila no me quería volver a ver nunca, cuando tú fuiste la culpable de todo, la que hizo que nuestro amor un tuviera más futuro, la que me cohibió con chantajes ir a buscarla pero ya eso acabo, Camila por fin sabrá la verdad, una verdad que tú me has prohibido decir

En el hospital de Aculco, en la habitación 302, estaba toda la familia Díaz Monterde, los niños jugaban y Camila y Daniel hablaban y vigilaban a sus cuatro hijos. De repente entro el doctor junto con una enfermera

DOCTOR: Con permiso, buenos días
CAMILA: Ya de tardes doctor (le sonríe)
DOCTOR: Tiene razón, vengo a ver a la princesa, ¿Cómo te sientes, hermosa?
DANIELA: ¡¡Me guele mucho!!
DOCTOR: Vamos a revisarte, ¿sí?
DANIELA: ¿Me va a doler musho?
DOCTOR: Para nada, ya estás muy bien y si sigues así, mañana mismo te damos de alta. Lo que te duele es por los puntos de la operación que te hicimos, ya la enfermera va a buscar unos calmantes para que no te duela tanto, ¿si?
DANIELA: Si, pedo ¿van a sabed a dico las medishinas?
DOCTOR: Por supuesto, te la van a traer de frutilla, ¿te gusta?
DANIELA: ¡NO! A mi me gusta de fesha
DOCTOR: ¡Como tu ordenes! Ahora, si me disculpan, me retiro. Ya sabes, Daniela, te tomas el jarabe de fresa (sale)
XIMENA: (a Camila) Mami, ¿yo tamien pedo tomad jadabe de fesha?
CAMILA: (la alza) Pero tú no estás enferma preciosa
XIMENA: ¡Pedo a mí me gusta el jadabe de fesha! (hace pucho) ¡Quiedo estad enfedma!
DANIEL: ¿Ah sí? Entonces, como Ximena quiere estar enferma, voy a llamar a la enfermera para que la puye
XIMENA: No, ya no quiedo estad enfedma, ya no
DANIEL: Ah bueno…
CAMILO: (riéndose) Si papi, busca a la enfedmeda pada que puye a Ximena pod podtadse mal
DANIEL: (no puedo evitar no reir) Ximena, ¿quieres que busquemos a la enfermera?
XIMENA: ¡¡¡NOOO!!! (Le saca la lengua a Camilo) ¡Edes un feo! ¡Jum!
DANIEL: A ver, Ximena, pídele disculpas a tu hermano por sacarle la lengua
XIMENA: Pedo él quiere te venga la enfedmeda pada que me puye ¡JUM! (le vuelve a sacar la lengua)
CAMILA: Esconde esa lengua fea, Ximena
XIMENA: Pedo mami, mídalo, el quiere te venga la enfedmeda pada te me puyen
CAMILA: Si pero no por eso le tienes que andar sacando la lengua, asi que escondes tu lengua y le pides perdón a tu hermano
XIMENA: ¡UFA! Pedon Camilo…
CAMILO: Esta mien, te peddono (la abraza)
DANIEL: ¿Ven? Así tienen que estar siempre, unidos y sin pelear
DANIELA: (riéndose) Jajajaja, te van a puyad Ximena jajajaja
XIMENA: (a punto de llorar) Midala mami
DANIELA: ¡Edes una llodonna!
CAMILA: ¡Respeta Daniela!
DANIELA: Yo no tendo la tulpa de te Ximena quida estad wenfedma tomo yo
CAMILA: ¡Cuidado en cómo me hablas Daniela! No te quieras pasar de lista y ya basta, dejen de fastidiar a su hermana
DANIELA: ¡Ella es una llodona! ¡JUM! (abraza al peluche) Me entanto mi peduche nuevo, dacias papi
XIMENA: ¡Yo quiedo uno! ¿Me lo pestad Naniela?
DANIELA: No pote es mio, mi papi me lo dio a mi pote yo soy su pincesa
XIMENA: (se acuesta en el hombro de Camila a llorar) ¡¡Yo quiedo uno, mami!!
CAMILA: Vamos y te compro uno a ti y a Agata, ¿si?
XIMENA-AGATA: ¡¡¡SIII!!!!
DANIELA: Edes muy mala, mami, ya no te teiro, solo tiero a mi papi
DANIEL: Uuuuuuhh, golpe bajo hija…
CAMILA: ¿Ah sí? Vamonos preciosas, así de una vez vamos y compramos helado para nosotras y para Daniela no
CAMILO: ¿Pedo id?
CAMILA: Claro que sí, mi vida (sale con los niños)
DANIEL: Listo, ya estamos solos y vamos a hablar, ¿Por qué le dices esas cosas feas a tu mama? Eso no se hace hija, mama no se merece que la trates así
DANIELA: ¡Pedo ella va a id a tomed hedao y no me va a taed! No la tiero, no, no, no, y no, no la tiero mas
DANIEL: Princesa, mami se fue porque tu le dijiste eso, a ella le dolió mucho que le hayas dicho esas cosas, eso no se hace
DANIELA: Pedo tamien va a id y le va a tompad uno peduche Gata y Ximena y a mi no (abraza aal peluche y empieza a llorar)
DANIEL: No llores, Daniela, tu ya tienes un peluche y mami le va a ir a comprar uno a tus hermanas porque tu no quisiste compartir con ellas
DANIELA: ¡Yo quiedo oto peduche!
DANIEL: A ver, ¿Qué te parece si mañana cuando salgas del hospital te compro otro peluche? Eso si, te tienes que portar bien y le vas a pedir perdón a tu mami y a tu hermanita, ¿si?
DANIELA: Si, pedo ¿me das un abazo?
DANIELA: (la abraza) Todos los que quieras hermosa

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