Capítulo 08
Camila
y Daniel salieron de la cabaña abrazados, fueron directo al parque y
vieron a los niños ahí jugando, se miraron y se dieron un beso para
luego acercarse a sus pequeños
CAMILA: ¿Que hacen, hermosos?
XIMENA: Estamos jugando a el té ton nuestos peduches
DANIELA: ¿Quiedes un copitico de té?
AGATA: Esta dico el té, io do pepade
CAMILA: ¿Que les parece si mejor vamos a merendar?
NIÑAS: ¡¡SIIIII!!
CAMILO: Mamaaa, ayudaaaaa, pod favod (Daniel le estaba haciendo cosquillas)
CAMILA: ¡¡Cosquillas a papá!!
Camila y las niñas empezaron a hacerle cosquillas a Daniel, después de
un rato todos entraron a la casa para ir a merendar. Llegaron a la casa y
todos hablaban a la vez
CAMILA: ¡Niños silencio, por favor!
XIMENA: ¡Tenemos Hambe!
NIÑOS: ¡¡¡SHHHHIIIIII!!!
DANIEL: A ver, silencio
NIÑOS: ¡Quedemos comed! ¡Quedemos comed!
CAMILA: (gritando) ¡PIEDAAAD!
PIEDAD: (desde la cocina) ¡Ya les voy a servir la merienda, seño!
DANIEL: Ya escucharon, así que a tranquilizarce
CAMILA: (le habla bajito a Daniel) Me volveré loca...
PIEDAD: (sale con una bandeja con gelatina de colores) Aquí esta la merienda, niños
NIÑOS: ¡SHIIIII!
Piedad le sirvió la merienda a todos, era gelatina de fresa. Después de
comer, todos se fueron a su habitación y Camila y Daniel fueron hasta
la cabaña, querían estar alejados de todo y de todos. Mientras estaban
acostados en la cama, sonó el teléfono de la cabaña, Camila fue y lo
atendió. Era Vivi
CAMILA: ¡Amiga! ¿Que pasó?
VIVI: Camila,
es que estuvimos hablando Rafa y yo y queríamos ir a comer en algún
restaurante en el pueblo, entonces te llamo para invitarte
CAMILA: (dudando) Este... Lo voy a consultar con Daniel, cualquier cosa te lo comunico
VIVI: Esta bien (corta)
CAMILA: ¡Mi amor!
DANIEL: ¿Quien era?
CAMILA: (entra a la habitación) Era Vivi, nos esta invitando a cenar en el pueblo, pero no se, no quiero ir
DANIEL: ¿Por qué?
CAMILA: No se, no tengo ánimos, pero si tu quieres ir, puedes hacerlo
DANIEL: Bueno, tal vez vaya
CAMILA: Bueno (le sonríe y le da un beso) Ahora quiero descansar (lo va
acostando) dormir, si puedo, en tus brazos (se le pone encima)
DANIEL: ¿Dormir? (Le toca las pompas) ¿Estas segura?
CAMILA: Empiezo a dudarlo (le da un beso)
Camila empezó a desvestir de una vez a Daniel, lo dejo así, totalmente
desnudo y luego se desistió ella. No espero ni un poco para tocarse,
besarse, de una vez se sentó sobre él, llenándose por completo de
Daniel, tenía el control sobre la situación, las penetración eran
rápidas y profundas, probaron todo tipo de posiciones en las que el
placer no dejaba de aumentar. Así pasaron toda la tarde, hasta que se
hicieron las diez de la noche, hora en la que seria la cena
CAMILA: (arreglandole la corbata) No vayas a tardar, ¿si? Llegamos temprano
DANIEL: Claro que si, como tu digas (le da un beso) Te amo
Daniel salio del rancho en el auto de Camila, y fue directo a
encontrarse con sus amigos a comer en el restaurante del pueblo.
Bebieron bastante, conversaron de todo un poco y sobre todo del próximo
cumpleaños de Camila, le querían dar una sorpresa, algo que la dejara
impactada. Llegaron a un acuerdo, y después siguieron conversando.
Daniel vio que ya iban a dar las doce así que prefirió retirarse,
dejando solo al matrimonio
Durante el trayecto, los focos
estaban fallando pero no le dio importancia, de repente, sonó su
teléfono, era Camila así que le contesto
DANIEL: Ya voy en camino, amor
CAMILA: ¿Te falta mucho? Estoy preocupada por ti
DANIEL: Tranquilizate que ya voy en camino
Daniel había perdido el control sobre el volante y el carro se salio de
la vía, era un barranco al que había caído, no uno muy profundo, pero
sin embargo el carro rodo bastante y quedo volteado en la vía. Camila
había escuchando un último grito por parte de Daniel y eso la asustó, se
vistió rápidamente y salio de la casa, durante el camino no dejo de
repicar al teléfono de su esposo, pero no contestaba y eso la estaba
preocupando
Pasando en la carretera, se veía una ambulancia y
bastante gente pasando por ahí, se acerco y empujando a la multitud pudo
observar que era de Daniel de quien se trataba
CAMILA: ¡Daniel! (Se intenta acercar)
PARAMEDICO: Señorita, para atrás por favor
CAMILA: Es mi esposo, dejeme pasar, necesito estar con el (el
paramedico lo hace) Mi amor (le toca el rostro) mi amor, escuchame,
tienes que estar bien
PARAMEDICO 2: El esta estable, solo que el golpe lo dejo inconsciente, por favor, dejenos subirlo para ir al hospital
CAMILA: Yo voy con ustedes
Subieron a Daniel y los paramedicos que estaban también, por supesto
que Camila iba con ellos, uno de los paramedicos le cedió su lugar y
condujo el jeep detrás de la ambulancia. Tardarían unos treinta minutos a
llegar al pueblo, entraron y a Camila no le quedo mas que esperar en
los sillones para saber algo de su marido. Pasaban los minutos y nadie
salía a decirle, una hora después, salió el doctor y Daniel en perfectas
condiciones, solo que tenía un collarín
CAMILA: Daniel (corre a abrazarlo) ¿estas bien?
DANIEL: Si, solo me duele un poco el cuello
DOCTOR: El dolor se debe a que el carro al volcarse pudo haberse ido
hacia adelante causando el dolor, pero esta completamente perfecto
CAMILA: Menos mal (le da un beso) ¿Nos podemos ir?
DOCTOR: Si, ya aquí no tiene nada que hacer, solo tiene que tomarse
este medicamento (le da una hoja con el nombre apuntado) para calmar los
dolores que puedan a llegar a ser fuertes
DANIEL: Muchas gracias (el doctor se va)
CAMILA: Vamos con cuidado (lo abraza y empiezan a caminar) me asuste mucho
DANIEL: (le besa el cabello) Ya esta, amor, no me paso nada
Días después
En Mexico, Luis estaba en el aeropuerto esperando a que lo llamaran
para su vuelo. Minutos después, estaba esperando a subir al avión,
estaba emocionado, en una hora aproximadamente volvería a ver a la mujer
de su vida, a la mujer que amo, amaba y seguiría amando siempre
En Aculco, Camila estaba con Daniel y los niños en el hospital,
esperaban a que a Danielita le quitaran los puntos de la operación, la
pequeña salio sacándose una lágrima y se apresuró a abrazar a su mama
CAMILA: ¿Por qué lloras, mi niña?
DANIELA: Pote me guele mucho
DANIEL: Ya no te va a doler mas, vamos a la casa para que descanses, ¿si?
DANIELA: Shi (lo abraza) ¿Me puedes alzad?
DANIEL: Claro que si (se levanta y lo hace) Ahora si, vamos
Llegaron a la Mal Querida, tal vez unos treinta minutos después. Al
llegar, los niños fueron a la casa, Daniel se fue a recostar y Camila se
fue a montar, duro una hora galopando como solo ella lo hacia, de
manera perfecta. Cuando estaba llegando a la fuente, el grito de alguien
la hizo detenerse
LUIS: ¡PRINCESA!
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