sábado, 1 de diciembre de 2012

Capítulo 17

VALENTINA: De verdad que no se que le ves a esa mujer, está casada, por cierto, que hombre de marido tiene, no se como ese hombre no le ha quitado la amargura que tiene encima
LUIS: Le veo la belleza interior, la sigo amando como desde el primer día, ¿es muy difícil de entender eso?
VALENTINA: No, pero de igual manera, sigo confundida con esa idea
LUIS: Despreocupate, espero que con tú presencia en la Mal Querida, las cosas podrán cambiar
VALENTINA: Si tú lo dices (le da un beso) Mañana empiezo a trabajar, ¿no te gustaría aprovechar lo que resta de tarde?
LUIS: Depende...
VALENTINA: ¿Dé?
LUIS: De la manera en la que la aprovechemos

Luis empezó a besar de manera desenfrenada a Valentina, ella correspondía a esa pasión, de repente, se subieron a la cama y de manera rápida se empezaron a desvestir, los encuentros sexuales entre ellos, eran seguidos y salvajes, penetraciones fuertes y profundas, ambos gozaban en esa situación, ninguno se preocupaba por tener una relación formal y estable, ellos preferían vivir su vida de esa forma, una relación mas que por amor, por sexo y placer, Luis en esa situación, se le veía muy normal, aunque a ella no tanto, en dos ocasiones intentó decirle que avanzaran un poco, pero el no quiso y a la misma vez le propuso vivir una relación, libre, solo para tener relaciones, de resto eran simples amigos

Ya de tarde, en el rancho, a la hora de la cena, todos comieron excepto Daniel, a todos se les hizo extraño pero no les dieron importancia. Al terminar, cada uno se fue a su recámara, los pequeños se fueron a lavar sus dientes y ponerse la pijama, Camila después de un rato, fué para acostarlos, finalizando la rutina volvió a su recámara e intento quedarse dormida

A media noche, Camila estaba ya dormida, en cambio, Daniel intentaba conciliar el sueño, pero le estaba haciendo imposible hacerlo, no podía dormir sin su Camila, le hacía falta, salió de la cabaña, tomó una escalera y la puso en el balcón de la recámara principal, subió y para su suerte, la puerta estaba entre abierta. Entró y de manera muy sutil, le dió un beso en la frente a Camila, ella se despertó asustada al sentir el contacto de la piel de alguien con la de ella

CAMILA: (asustada) ¿Qué haces aquí?
DANIEL: Vine aquí, para estar junto a ti, no puedo dormir contigo
CAMILA: Yo tampoco, te amo demasiado, y sí, no debí comportarme así, fuí una estupida al hacerlo
DANIEL: No tienes que tratarte así, mi amor, Camila, yo jamás te engañaría, eres la mujer de mi vida, mi principio, mi final, con la que quiero estar hasta que seamos unos viejitos cansones, y cuando llegue ese momento que nos sigamos amando con la misma intensidad que ahora
CAMILA: Y así será, porque nuestro amor es mas fuerte cualquier cosa, porque nosotros dos, juntos como el matrimonio que somos 
DANIEL: Así es (le da un beso y se acuesta) quiero que todo lo de ayer quede en el olvido, que esa parte de nuestra historia nunca haya sucedido
CAMILA: (lo abraza acurrucándose en él) Te amo (le da un beso)

La mañana siguiente, Camila y Daniel se despertaron temprano, ese día llevarían a Renata y Jerónimo al aeropuerto, se devolverían ya a Ensenada. Estaban en el comedor, todos reunidos

CAMILA: Es una pena que se vayan, de verdad, no quiero que lo hagan
RENATA: Nosotros tampoco
JERONIMO: Pero cinco pequeños nos esperan en casa
DANIEL: De verdad, cuando quieran venir, podrán hacerlo
RENATA: Muchas gracias
JERONIMO: ¿Tú mamá, Camila?
CAMILA: Creo que debe de estar arriba

Unos quince minutos mas tarde, Renata, Jeronimo, junto a Camila y Daniel, estaban en el jeep, iban directo para el aeropuerto a llevarlos. Se fueron, y duraron casi una hora, entre el camino de ida, esperando a que ellos abordaran y luego en camino de regreso, el tiempo se esfumó

Al llegar, Daniel empezó a tener mucho calor, el día se prestaba para el clima, él se fué directo al lago para refrescarse un poco y Camila, se fué a los corrales creyendo que Valentina estaría ahí

CAMILA: Rodolfo, ¿llegó la nueva veterinaria?
RODOLFO: Pues si, anda viendo a una vaca que anda pariendo
CAMILA: Bueno, voy a ir a ver a los niños, si necesitas algo no dudes en llamarme

Valentina, atendió el parto de la vaca, muy bien, terminó justo a la hora de la comida, así fué a comer. En el rancho, todos lo estaban haciendo a exepcion de Daniel, él seguía en el lago

A las tres de la tarde, Daniel iba llegando a la casa, con su ropa en la mano, iba solo con una vermuda muy pegada a su cuerpo debido al agua, en ese momento, exactamente, iba llegando Valentina

VALENTINA: Vaya, buenas tardes, Daniel, ¿Refrescandote?
DANIEL: Si, la verdad el calor está terrible, no aguanté la tentacion
VALENTINA: Ya veo, un día de estos me invitas

Camila, salió de la ventana y vio a Daniel en esa ropa, de verdad que se veía sexy, aunque Valentina estaba ahí, prefirió recordar unas palabras que Renata le había dicho antes de abordar: "Los Celos Son Para Las Personas Inseguras", decidió hacerle caso, así que bajo, no con la intención de formar algún problema, solo para ir al lado de su marido e intentar poner un limite entre Valentina y Daniel, de verdad, esa mujer se estaba tomando muchas confiánzas

CAMILA: (acercandose) ¡Hola, mí amor! (Le da un beso) Mira, secate (le da una toalla) DANIEL: Gracias...
CAMILA: Mira, te quería pedir una disculpa por mi actitud de ayer, yo no soy así, solo que tenía muchas cosas y me exalté
VALENTINA: No te preocupes, borrón y cuenta nueva
CAMILA: Oye, tú hora de entrada es a la una y treinta, no a las tres, mira, espero y las reglas de los trabajadores las acates, todos tienen su horario de entrada y de salida
VALENTINA: Se me hizo tarde porque en el camino se me ponchó una llanta
DANIEL: Bueno, tranquila
CAMILA: De todas formas ya sabes 
VALENTINA: Como usted diga, de verdad, no volverá a ocurrir
CAMILA: Tanquila (a Daniel) ¿Vamos para que comas? (Le da un beso)
DANIEL: Vamos (se dan la vuelta y empiezan a caminar abrazados)
VALENTINA: ¡Qué mujer tan rara! Empiezo a creer que esto puede ser más difícil de lo que creí

En la casa...

DANIEL: ¿Qué fué todo eso?
CAMILA: Eso, es una esposa, que confía en su marido, en realidad, estaba en un error, me porte como nunca lo hago, además nunca debí sentir celos porque lo único que demostré es tenerte desconfianza, así que de ahora en adelante, las cosas serán así, todo con confianza, respeto, amor pero sobretodo, los dos juntos, si nos sucede algo, juntos com. Siempre, sin necesidad de llegar a lo de ayer, lamento haberme comportado de esa manera...

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